Tal como consideramos en la nota anterior,
tenemos varias opciones en formas de venta
nuestros productos. En la mayoría de los casos
el expendio del helado se hace en litros, aunque
no lo veamos así, pues se despachan en diversos
envases, sean estos conos, cucuruchos de masa
dulce o pasta, envases plásticos o de material
térmico.
Buena parte se despacha en forma de bolas o
bochas del producto.
En otras regiones (Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay), se arma la presentación del cono o
cucurucho de otra forma, en vez de cortar y
servir con la “bochera” se hace uso de espátulas
y se arma un “pinito” de helado combinando
sabores y colores.
Mas adelante mostraremos con fotografías como es
el proceso de “armado” del “pinito” de helado.
Evidentemente cada uno de los sistemas tiene
ventajas y desventajas.
Con el método tradicional de servir el helado en
bolas o bochas el tiempo de armado y el esfuerzo
son menores, y la presentación es siempre igual.
Este sistema no solo es mas rápido, sino que
permite llevar un mejor control de la cantidad
que se despacha (conocemos heladeros que sacan
sus cuentas en base a bochas despachadas, mas
que en litros vendidos).
Al conocer el costo de cada bocha al final del
día prácticamente saben cual fue su rentabilidad
promedio.
Los precios de venta y la cantidad de sabores se
definen en base a las bochas, siendo éstas una,
dos o tres.
En el caso de que el helado se despache
utilizando las conservadoras tradicionales de
tapa redonda o conservadora con glicol, como el
cliente no tiene a la vista el producto es más
fácil cortar el helado, por no tener que
preocuparse por presentación alguna.
El inconveniente surge cuando se desea mantener
la decoración de la basqueta o bacha en una
vitrina exhibidora, lo que requiere de un corte
parejo a fin de no destruir todo el esfuerzo que
se invirtió en presentar y decora apropiadamente
dicha basqueta.
En otras regiones, hace mucho que, además de la
venta al detalle, se comercializa el producto
por peso. Se vende el helado en envases de 250,
500, 750 y 1000 gramos.
Algunos comercializan hasta 50% de su producción
por este sistema. Lo que lo hace una forma de
venta a ser tenida muy en cuenta.
En cuanto al “pinito”, a muchos le llama la
atención la forma y la habilidad de los
heladeros que lo sirven. Algunas heladerías se
“caracterizan” por hacerlos muy altos, o por
bañarlos en chocolate una vez servidos.
Este sistema requiere tiempo de adiestramiento
adicional, mucha práctica, y un mayor esfuerzo
de parte de la persona que lo sirve.
El peso en línea general es entre los 80 y 200
gramos. Y lleva algún tiempo aprender a
controlar la cantidad que se sirve de acuerdo al
precio que se ha fijado para determinado tamaño.
En ambos tipos de presentación se “despacha al
detalle”, y lo que se considera es el volumen o
litros expendidos.
Generalmente el cliente elige que sabores se le
servirán en el envase térmico (de telgopor o
isopor) y la cantidad.
Si bien al comercializar por peso se obtiene una
rentabilidad menor, pues el aire no pesa, y
dependiendo del tipo de helado, 1 kilogramo
puede tener entre 1 litro y 1 litro y medio de
helado.
La ventaja es que con menor esfuerzo se despacha
mas helado, y es la base para el servicio de
entrega a domicilio o “delivery”, muy popular en
algunas regiones.
En la próxima nota consideraremos las ventajas y
desventajas de la entrega a domicilio, los
requerimientos para dicha forma de
comercialización.